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miércoles, 9 de junio de 2010

CUIDADOS PALIATIVOS



CUIDADOS PALIATIVOS



















Saunders, en 1967, sentó las bases de lo que actualmente conocemos por Medicina Paliativa. El propósito (del cuidado de hospicio) es dar apoyo y cuidado a las personas en las últimas fases de su enfermedad, de modo que puedan vivirlas tan plena y confortablemente como sea posible. Existe la creencia y la esperanza de que a través de un cuidado personalizado y de una comunidad sensible a sus necesidades, los pacientes y sus familias pueden lograr la necesaria preparación para la muerte,en la forma que sea más satisfactoria para cada cual (U.S.National Hospice Organization, 1979).

Los derechos del paciente terminal, establecidos por la OMS en 1990, están de acuerdo al ejercicio de la Medicina Paliativa e incluyen, entre otros, el derecho a participar en las decision esterapéuticas, a no morir solo o con dolor, a no ser engañado, a la asistencia de parte de y para la familia.

La Medicina Paliativa no es un conjunto de omisiones terapéuticas que buscan poner término a la brevedad posible un sufrimiento y por ningún motivo debe confundirse con la muerte asistida o la eutanasia. Por el contrario, ofrece al paciente una alternativa diferente a éstas, en una filosofía que encierra el concepto de morir con dignidad, considerando a la muerte como un fininevitable, doloroso, pero normal; que debe ocurrir en su momento, sin acelerarla, pero tampoco posponerla inútil y cruelmente (distanasia) sobre la base de consideraciones muchas veces egoístas tanto de médicos tratantes como de familiares que creen estar así alejándose de la eutanasia. Las áreas de trabajo que cubren los objetivos de un programa de cuidados paliativos son cinco:





1.- Cuidado total

2.- Control de síntomas

3.- Control del dolor

4.- Apoyo emocional al paciente y a la familia

5.- Manejo del estrés y apoyo al equipo tratante.



El cuidado total corresponde al manejo de situaciones que pueden generar malestar al paciente (ajustado a las necesidades de éste y no a las del tratante). La magnitud de esta acción alcanza esferas espirituales, físicas, emocionales, intelectuales, sociales y económicas.

El control de síntomas implica prevenir y tratar los síntomas que aparecen en forma corriente en el proceso de la muerte y las variables impuestas por las características de la enfermedad. Síntomas frecuentes son: dolor, naúseas y vómitos y disnea.
CONTROL DEL DOLOR
Con frecuencia, el dolor es el síntoma más relevante y el más temido por el paciente y su familia. El sufrimiento va más allá, agregando la percepción de un sentimiento de irrecuperabilidad o la imposibilidad de encontrar un sentido al proceso por el que se está muriendo. El alivio del sufrimiento requiere de técnicas psicológicas para lograr una sintonía con los sentimientos del paciente; esto expone al tratante a sufrir de modo semejante. El apoyo religioso, cuando es factible o pertinente, facilita la aceptación y la resignación frente a la enfermedad y la muerte, atenuando el sufrimiento. Siempre se deben pesquisar síntomas o signos que revelen angustia. El origen y naturaleza de los síntomas alarmantes deben ser explicados. Esto logra disminución de la angustia y la sensación de estar bajo el control de alguien.
CONTROL DE LAS NAUSEAS Y VOMITOS
Las náuseas pueden presentarse precediendo al vómito o aisladamente. Pueden desencadenarse por varios mecanismos (Feldman, 1985): emocionales, aumento de la presión intracraneana, estímulos sensoriales, alteración funcional o anatómica gastrointestinal, dolor acentuado, efecto colateral de fármacos, estímulo vestibular. Las causas de vómito pueden clasificarse en cinco grupos:

1. Origen en el SNC:

a) Funcionales: psicógeno primario- el que no se relaciona adesencadenantes conocidos - y psicógeno secundario, el que acompaña a trastornos emocionales (estrés, miedo, depresión).
b) Orgánico: vómito explosivo de la hipertensión intracraneana.

2. Tóxico: por estimulación de centros del vómito o por irritación de la mucosa gástrica. Entre los desencadenantes centrales destacan digitálicos, narcóticos, histamina, citostáticos y agonistas de la dopamina. Entre los irritantes locales metilxantinas, antiinflamatorios no esteroidales, antibióticos. Los trastornos metabólicos, tales como el síndromeurémico, cetoacidosis diabética, coma hepático, pueden acompañarse de vómitos debido a la acumulación anormal de metabolitos.

3. Viscerales: por enfermedades orgánicas del tracto digestivo, con o sin obstrucción, enfermedad bilio-hepática o trastornos cardiovasculares.

4. Metabólicas y nutricionales: hiper o avitaminosis, ayuno prolongado, desnutrición y algunos trastornos endocrinos, como el hipotiroidismo y la insuficiencia suprarrenal.

5. Vértigo postural: en cuadros que comprometen la función vestibular o en pacientes que están recibiendo narcóticos intratecales.

Para su manejo es necesario precisar el diagnóstico mediante una anamnesis y un examen físico dirigidos, existiendo síntomas y signos orientadores. Por ejemplo, vómito postprandial inmediato y sin compromiso del peso en los funcionales; sin náusea y de carácter explosivo en la hipertensión intracraneana; postprandial precoz (1 a 4 horas) en lesiones gastroduodenales. En conjunto con la evolución de la enfermedad de base y de las intercurrentes, así como con los efectos colaterales del tratamiento, es posible precisar el mecanismo causal y su tratamiento racional. Es mejor prevenir la aparición de estos síntomas, especialmente en pacientes terminales manejados en su domicilio.

Las enfermedades psicosomáticas: enfermedades invisibles



ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS










La relación de la mente sobre el cuerpo es bien clara. Del mismo modo que las enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo y nos provocan temor, miedo o preocupación, muchos problemas psicológicos provocan síntomas físicos.

Las enfermedades psicosomáticas son muy frecuentes; casi un 12% de la población europea sufre estas molestias y se considera que una cuarta parte de las personas que acuden médico de atención primaria presentan este tipo de enfermedades.


Pero ¿qué son las enfermedades psicosomaticas? En términos generales se entiende que una persona sufre somatizaciones cuando presenta uno o más síntomas físicos y tras un examen médico, éstos síntomas no pueden ser explicados por una enfermedad médica. Además, pese a que la persona pueda padecer una enfermedad, tales síntomas y sus consecuencias son excesivos en comparación con lo que cabría esperar. Todo ello causa a la persona que sufre estas molestias un gran malestar en distintos ámbitos de su vida.

Debido a la falta de tiempo en las consultas y al difícil diagnóstico de las enfermedades somáticas, la Medicina tradicional tiende a centrarse casi exclusivamente en los síntomas físicos de la enfermedad, olvidando la verdadera causa del problema o aquello que lo puede estar manteniendo. Es corriente encontrar personas que se quejan de haber recorrido varios médicos sin que les encuentran nada; sin embargo, continúan sintiéndose mal y presentando algunos de los síntomas antes comentados. En muchas de estas ocasiones estamos ante problemas psicosomáticos.

A menudo los médicos tratan con fármacos a estos pacientes adminstrándoles ansiolíticos, pero al cabo de un tiempo éstos vuelven con el mismo problema sin resolver o con otros síntomas diferentes. Así pues, al final el médico deriva a este tipo de pacientes al psicólogo alegando que todo es una cuestión de “nervios”. Sin embargo, desde el punto de vista del paciente, el no encontrar una causa física, le hace pensar que puede tener una enfermedad psicológica y consecuentemente teme por su salud mental. De éste modo, las personas que padecen estas dolencias no entienden muy bien qué les pasa y se muestran reticentes a acudir a un psicólogo porque no comprenden cómo éste profesional les puede ayudar. Tal vez, por este motivo, cada vez hay más gente que busca una primera respuesta en medicinas alternativas que a larga tampoco solucionan su problema.
Actualmente la psicología de la salud y la medicina conductual se encargan de estudiar esta la relación mente-cuerpo y de tratar al individuo desde una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta la importancia tanto de los factores biológicos como los psicológicos y sociales en el comienzo o el mantenimiento de algunas enfermedades.


¿Por qué el médico me dice que debo acudir al psicólogo? ¿Si mi problema no es físico, a qué se debe? Éstas y otras preguntas son comunes en personas que padecen somatización y que son derivadas a un psicólogo. A continuación intentamos darles respuesta.

A menudo las personas que padecen problemas psicosomáticos no han logrado encontrar una causa orgánica a sus síntomas o tras realizar distintos tratamientos médicos éstos no mejoran. Incluso, hay ocasiones en que los fármacos les ayudan durante una temporada, pero entonces aparece un nuevo síntoma.
Las personas que se encuentran en esta situación, frecuentemente, no creen tener un problema psicológico, y continúan acudiendo de médico en médico para encontrar una respuesta física. Sin embargo, cuando se indaga un poco en su rutina diaria, éstas personas tienden a darse cuenta de que hay algo en sus vidas que les crea malestar o ansiedad. No se trata de tener un trauma infantil ni nada por el estilo, simplemente, hay ocasiones en las que algo nos supera y no sabemos cómo hacerle frente o bien llevamos un ritmo de vida demasiado acelerado como para que nuestro cuerpo no se resienta.
Además, ante un dolor o una molestia física, lo primero que tendemos a pensar es que padecemos alguna enfermedad física, sin embargo, la gran mayoría de las veces no es así. La salud no es el silencio del cuerpo, y no todos los síntomas o molestias son resultado de una enfermedad física.

Veamos cuales son las causas de nuestras molestias:
• De las molestias que sentimos a diario el 70% se deben a causas naturales. Entre éstas, encontramos las que puede provocar el propio funcionamiento del organismo cuando realizamos la digestión, cuando respiramos, o cuando sudamos. Incluso, los hábitos de vida poco saludables como la mala alimentación, malos hábitos de sueño o realizar poco ejercicio físico también pueden provocarnos malestar físico. Por último el medio ambiente también influye en nuestro cuerpo; aquí encontramos factores como la contaminación, la humedad, el calor, el frío, hongos, etc.
• Sólo un 5% de nuestros dolores se deben a enfermedades físicas. Además, sólo un 10% de éstas son graves. Así que, de cada 1000 molestias sólo 4 se deben a enfermedades graves.
• Finalmente, un 25% de las molestias físicas que podemos sentir se deben a causas psicológicas. En este punto es donde se encuentran las enfermedades psicosomáticas. Veámoslas con más detalle.


Por lo general, se tiende a pensar que las enfermedades psicológicas sólo causan tristeza, llanto, sentimientos de inferioridad y otros síntomas que no tienen que ver con el cuerpo, sin embargo, esta idea es errónea. Nuestros emociones influyen en nuestro cuerpo, al igual que éste influye en nuestras emociones.

La ansiedad, el estrés y la depresión actúan sobre distintas hormonas, provocando cambios en nuestro organismo, que nos hacen más sensibles al dolor e influyen en distintas enfermedades. Un ejemplo serían los estudios que relacionan el estrés con el cáncer. En este sentido, se ha demostrado que éste puede influir tanto en el origen como en el curso de la enfermedad. Del mismo modo, se ha demostrado que las personas que padecen depresión presentan una debilitación del sistema inmunológico o de defensa, con lo que pueden enfermar con más facilidad o bien les puede ser más difícil recuperarse de ciertas enfermedades.


Veamos que síntomas pueden provocar la ansiedad o la depresión en algunos sistemas de nuestro organismo:

• En el sistema nervioso pueden provocar dolores de cabeza, mareos, vértigos, desmayos, hormigueos, parálisis musculares, etc.
• En nuestros sentidos pueden llegar a provocarnos ceguera, visión doble, afonía, etc.
• En el sistema circulatorio producen palpitaciones y taquicardias.
• En el sistema respiratorio pueden causar sensación de ahogo, dolor u opresión en el pecho, etc.
• En el sistema digestivo pueden producir sequedad de boca, sensación de atragantamiento, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, etc.
• En el sistema osteomuscular es común que provoquen tensión muscular, dolor muscular, cansancio, etc.

Síntomas somáticos más frecuentes en las consultas médicas:

Dolor de espalda, 71%
Mareos, vértigos, 65%
Dolor en extremidades, 60%
Gases en el estómago, 52%
Dificultad al respirar, 50%
Palpitaciones, taquicardia, 49%
Dolor en articulaciones, 45%
Dolor en el pecho, 44%
Náuseas, 43%E

VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO







EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

PROTEGETE !!!!












VPH UNA ENPERMEDAD MORTAL QUE NINGUNO QUISIERA TENER EVITALA USA EL PRESERVATIVO Y DEJA LA PROMISCUIDAD, QUE TODO ESTO ES LA REALIDAD DE ESTOS TIEMPOS, QUIERETE TU PRIMERO VALORATE COMO SER HUMANO, LA VIDA ES BELLA.




El virus del papiloma humano (VPH), es un virus que contiene ácido desoxiribonuecleico (ADN) (otros virus tienen ARN),que infecta la piel y las mucosas ( mucosa es lo que recubre la parte interna de la boca, nariz, ano, vagina, uretra etc.). Se considera que el VPH se encuentra presente en el 50- 60% de la población, aunque no todos lo saben. No se trata de un virus nuevo, al revisar la literatura medica, se da uno cuenta que siempre ha convivido con el humano, pero en la actualidad conocemos las consecuencias de que el virus esté en nuestro cuerpo.